"La muerte de George Floyd y de muchos otros en Estados Unidos evidencia un patrón de discriminación racial por parte de las fuerzas de seguridad y un uso alarmante de la fuerza letal en todo el país", señaló la abogada y activista de derechos humanos.
La policía de EEUU estuvo involucrada en la muerte de más de 1.000 personas sólo en 2019, reseñó Belski.
La directora de EEUU advirtió que "la mayoría de las personas negras desarmadas que han muerto en manos de la policía son hombres, aunque muchas mujeres negras también han perdido la vida a causa de la violencia policial en Estados Unidos".
Esto evidencia que "la policía estadounidense comete violaciones de los derechos humanos con una frecuencia escandalosa, y, en particular, contra minorías raciales y étnicas", sentenció.
Manifestaciones
Después que un policía de Minneapolis, Minnesota (centro-norte) presionara el cuello de George Floyd con la rodilla durante más de ocho minutos hasta provocarle la muerte, las marchas contra la brutalidad policial se repitieron en más de 75 ciudades de EEUU.
"Una de las variables que ha provocado esta fuerte reacción social es que las fuerzas policiales estadounidenses están dando una respuesta militar a un conflicto social e incumpliendo sus obligaciones en virtud del derecho internacional de respetar y facilitar el derecho a la protesta pacífica", señaló Belski.
Con esta reacción fuera de toda proporción, "están agravando la tensa situación existente y poniendo en peligro la vida de manifestantes", añadió la directora de Amnistía.
Amnistía Internacional exige que cese de inmediato el empleo de la fuerza y que las fuerzas de seguridad garanticen y protejan el legítimo derecho a protestar.
"Estados Unidos tiene la obligación jurídica de respetar, proteger y cumplir esos derechos humanos al haber ratificado el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, que protegen explícitamente esos derechos", concluyó la abogada.
Estados Unidos asiste a las protestas más graves desde las manifestaciones que siguieron al asesinato en 1968 del activista por los derechos civiles Martin Luther King Jr.