"Proponemos una importante reorganización de nuestro negocio para adaptarnos al nuevo nivel de demanda que estamos observando por parte de los clientes. Como resultado, esperamos las pérdidas de al menos 9.000 puestos de trabajo del número total de 52.000 en todo el mundo", destaca el texto de la firma.
La compañía estima el ahorro de costos generados con la reducción de la plantilla en unos 700 millones de libras esterlinas (783 millones de euros) anuales.
Rolls-Royce recortará también los gastos vinculados con mantenimiento de plantas y propiedades, capital y otras áreas de costos indirectos, con lo que espera ahorrar más de 1.300 millones de libras (1.454 millones de euros) anuales.
"No es una crisis que hayamos creado, pero es la crisis a la que nos enfrentamos y debemos hacerle frente", declaró Warren East, consejero delegado de Rolls-Royce, citado por el comunicado.
Añadió que la compañía está obligada a "tomar decisiones difíciles para superar esta época sin precedentes".