El material hecho de filamentos ferromagnéticos nanoestructurados, según el holding, es duradero, resistente a las acciones climáticas y a las bajas temperaturas. Además, tiene un coeficiente de reflexión de un 0,5%. Es decir, absorbe la radiación electromagnética de los radares en un 99,5%. De esta manera, el material impide que los dispositivos enemigos detecten e identifiquen al objeto camuflado.
El material, capaz de esconder tanques, armamentos y otros equipos en la nieve, puede ser bastante relevante para operaciones en el Ártico, por ejemplo. Pero la imitación del terreno nevado es solamente una de las opciones.
"La propiedad de este material está determinada por su composición. Lo que simula, sea ya nieve acumulada o hierba, depende de las necesidades específicas", apuntó a Sputnik Víktor Murajovsky, editor jefe de la revista rusa Arsenal Otechestva (Arsenal de la Patria, en español).
De acuerdo con Ruselectronics, ya se ha fabricado un lote de pruebas y, ahora, el novedoso material está listo para ser fabricado a gran escala.