"Nuestras observaciones muestran que varias fuentes oficiales y estatales de Rusia, es decir, fuentes amigables con el Kremlin y medios estatales rusos siguen difundiendo teorías de conspiración y desinformación en la UE y sus países vecinos", declaró Stano al tabloide Bild am Sonntag.
Stano advirtió que ello "podría tener un impacto significativo en la salud pública".
El objetivo de la campaña, opinó, es cuestionar la credibilidad de la UE y la capacidad de sus miembros para hacer frente a la crisis, así como "socavar la confianza pública en las autoridades locales".
Bild am Sonntag no mencionó ejemplos concretos de la supuesta "desinformación", ni los medios que, a juicio de Stano, la difunden.
A finales de abril pasado, el canciller ruso Serguéi Lavrov afirmó que Moscú ya está acostumbrado al hecho de que políticos occidentales intentan "encontrar elementos de unión en los infundios sobre amenaza rusa o de otra índole".