"Esperamos que las autoridades de EEUU lleven a cabo pronto una investigación exhaustiva. Partimos de que el país anfitrión debe garantizar la seguridad de las misiones diplomáticas de los Estados extranjeros ubicados en su territorio, según lo exigen las obligaciones internacionales pertinentes de EEUU", destaca el comunicado.
Añade que "este crimen ocurrió en un clima de amenazas sistemáticamente cultivado en Estados Unidos contra el Gobierno cubano, que continúan incluso en el contexto de la pandemia del coronavirus".
Según la policía de la ciudad de Washington, el tiroteo ocurrió alrededor de las 02:10 hora local (06:10 GMT) del 30 de abril, después que un individuo armado de un rifle de alto calibre disparó repetidas veces contra la sede diplomática cubana en la capital estadounidense.
El Servicio Secreto de EEUU, agrega el diario, dijo que los cargos contra Alazo incluyen "asalto con la intención de matar, y posesión de un arma de fuego no registrada".
Cuba y EEUU mantienen una tensa relación diplomática, restablecida a fines del 2014 después de más de medio siglo de distanciamiento, y que está en franco retroceso desde 2017, en que arribó al poder el presidente Donald Trump, quien arreció las sanciones contra la isla.