"En principio, lo que queremos saber es quién dio la orden de estos seguimientos, con qué objetivo, queremos que nos entreguen las carpetas que se construyeron de cada periodista", dijo Christian EscobarMora, reportero gráfico que ha trabajado para agencias como AP y EFE.
EscobarMora fue relacionado por un organigrama de Inteligencia Militar como uno de los "seguidores en Instagram del comandante 'Uriel', cabecilla del Frente de Guerra Occidental" de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN), según revelaciones que el 2 de mayo hizo la revista colombiana Semana.
Trama de espionaje
Días atrás, Semana expuso una trama de espionaje contra periodistas, corresponsales extranjeros, políticos y líderes sociales ralizada por unidades del Ejército entre febrero y diciembre de 2019.
Casey dejó el país en mayo de 2019 luego de que publicó un reportaje sobre supuestas órdenes de alto mandos militares que incentivarían el regreso de las ejecuciones extrajudiciales o "falsos positivos".
Las carpetas contienen números de teléfono, direcciones de residencia y trabajo, correos electrónicos, amigos, familiares, hijos, colegas y hasta infracciones de tráfico.
"Aparentemente Inteligencia ha hecho varios niveles de perfilación o de espionaje para estas 130 personas, pero no sabemos si a algunos nos tienen más interceptados que a otros. Suponemos que sí, ya que evidentemente hay algunas personas que son de mayor interés para el Ejército", considera EscobarMora.
Objetivo incierto
Christian EscobarMora asegura que también es un incierto si él y los otros reporteros víctimas de espionaje son en sí mismo el objetivo militar o si a través de ellos las fuerzas estatales buscan llegar a los líderes de los grupos armados ilegales.
"En nuestro trabajo es normal estar en contacto con miembros de grupos ilegales, ellos son una fuente más que se circunscriben al punto de vista periodístico", explica.
El 1 de mayo el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, reveló que por el espionaje ilegal 11 oficiales fueron retirados del servicio, mientras que un brigadier general solicitó su retiro voluntario y otros oficiales serán removidos próximamente.
Gobierno en la mira
Para la excandidata a la Vicepresidencia de Colombia por el partido de izquierda Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), Imelda Daza, es claro que la orden de espiar a los comunicadores proviene del mismo Gobierno y del partido oficialista, Centro Democrático (derecha), que lidera el actual senador y expresidente Álvaro Uribe.
Aunque Daza no figura en las actuales carpetas de Inteligencia Militar, ella asegura que ha sido objeto de interceptaciones por su cercanía con líderes de izquierda y exguerrilleros de FARC, entre ellos el máximo líder del partido, Rodrigo Londoño, 'Timochenko'.
"Yo personalmente sé que mis teléfonos son escuchados, que mi WhatsApp es leído con frecuencia y está interferido", dice.
Según la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), los seguimientos ilegales a la prensa por parte de agentes del Estado en Colombia están documentados desde 1978, a lo que adhiere Daza, quien asegura que se trata de "una práctica vieja" de agentes estatales.
Rechazo
El lunes 4 de mayo, la Asociación de Prensa Internacional de Colombia (APIC) y la organización internacional Reporteros sin Fronteras (RSF) rechazaron los seguimientos a los periodistas, por quienes solicitaron garantías de seguridad, ya que "fueron vulnerados en su derecho a la intimidad y su ejercicio periodístico", expresaron en un comunicado.
Ambos organismos indicaron que tales prácticas son inaceptables e hicieron énfasis en que el Ministerio de Defensa y el Gobierno Nacional sabían, al menos desde el 13 de enero pasado, de estas acciones contrarias a la ley, pero nunca informaron de la situación a los afectados.
Sin embargo, Martínez sostiene que no ordenó tales seguimientos, mientras que los actuales mandos militares se debaten entre dar la cara a los medios y mantener en completo mutismo a los directos responsables del ilícito.