"Logramos detener la expansión de la epidemia, resultado de nuestro trabajo común y de la responsabilidad de millones de nuestros ciudadanos que oyeron las recomendaciones de los médicos y especialistas", dijo el mandatario en una reunión virtual con los jefes de regiones.
El mandatario además señaló que aún es prematuro relajarse y se debe seguir trabajando.
El presidente advirtió que el peligro de una amplia propagación del coronavirus no ha cesado.
"Alguien podría pensar que no ha pasado nada terrible, muchos no ven la amenaza ni la sienten (…) Pero el peligro de una ulterior y más amplia propagación del virus no ha cesado", explicó el líder ruso.
Pasos pequeños pero reales
Putin también señaló que la renuncia a la observación de las restricciones puede traer muchos males.
"La libertad de cada uno está limitada por la libertad de otros, pero si alguien (...) pone su libertad sin límite por encima de los intereses y la libertad de otros, entonces pone en peligro sus vidas y la libertad se convierte en irresponsabilidad, en egoísmo, y puede traer muchos males", enfatizó.
El presidente aseguró que después de la pandemia la vida en Rusia se arreglará.
"La vida después de la pandemia se arreglará sin falta, obligaremos a retroceder a la pandemia, y está en nuestras fuerzas hacer que eso ocurra lo más pronto posible", apuntó.
"Entonces no solo podremos superar todas las penas e infortunios, sino además crear condiciones seguras para el desarrollo futuro", resumió el presidente ruso.
Hasta la fecha en Rusia se han registrado 93.558 casos de contagio por coronavirus, incluidos 867 decesos y 8.456 recuperaciones.
Desde el 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud califica de pandemia la enfermedad COVID-19 causada por el coronavirus SARS-CoV-2, detectado por primera vez en la ciudad china de Wuhan a finales de 2019.