"El Salvador había ganado un buen prestigio a nivel internacional como un país observador y cumplidor de las garantías constitucionales, pero hoy somos de los más cuestionados", dijo a Sputnik Ortiz, quien fuera vicepresidente de la República de 2014 a 2019.
El líder del partido salvadoreño de izquierda estimó que la administración del presidente Nayib Bukele aprovecha la crisis desatada por la pandemia de COVID-19 para destruir la institucionalidad e instalar una dictadura.
El político hizo referencias a las críticas lanzadas contra Bukele por José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch, quien incluso emplazó a la Organización de Estados Americanos a pronunciarse sobre la situación en El Salvador.
"Ninguna democracia puede funcionar como funciona El Salvador ahora mismo: el presidente tuitea, los militares salen a las calles a cumplir la orden", opinó Vivanco en sus redes sociales, a raíz del reciente cerco sanitario ordenado por Bukele y ejecutado por la Fuerza Armada en el poblado costero del Puerto de la Libertad.
La expresidenta chilena Michelle Bachelet, alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, también alertó sobre la erosión del Estado de Derecho en El Salvador a partir de las medidas implementadas para contener la propagación del SARS-CoV-2.
El mandatario también adelantó que desobedecería un fallo de la corte constitucional que le impide detener a personas solo porque violen dicha cuarentena, y que vetará una propuesta de ley de emergencia que garantiza el respeto a derechos consagrados en la Carta Magna.