"Indudablemente en este momento ustedes saben que hasta ayer hemos llegado a 3.900 pruebas, el número es bajo y estamos priorizando cierto tipo de pacientes bajo características clínicas", dijo en conferencia de prensa online el ministro de Salud, Marcelo Navajas.
El ministro reconoció la falta de capacidad para aumentar las pruebas de diagnóstico al día siguiente de que su oficina reportara 27 nuevos casos de COVID-19, la enferemedad causada por el coronavirus, con los que subieron a 520 los contagiados detectados hasta ahora en Bolivia, de los cuales 32 fallecieron.
Navajas dijo que actualmente hay tres laboratorios estatales y diez privados preparados para las pruebas de coronavirus y ratificó un anuncio oficial de que en los "próximos días" serán habilitados otros diez, aunque en todos los casos la dificultad mayor era la escasez de reactivos de análisis.
El ministro no precisó cuándo se alcanzaría la capacidad de al menos 1.300 pruebas diarias de coronavirus prometida repetidamente como inminente por el Gobierno provisional de Jeanine Áñez en las dos últimas semanas.
"Nadie está tratando de mezquinar una prueba, al que necesita se le hace, para nadie es desconocido que no podemos desperdiciar pruebas, porque (las que compró el Gobierno) están en camino", aseguró.
Navajas, quien reemplazó sorpresivamente hace 11 días a Aníbal Cruz en el cargo de Ninistro de Salud, añadió que Bolivia, actualmente en cuarentena prevista hasta el 30 de abril, pasa por "una dura etapa de contención", advirtiendo que "las próximas semanas pueden tornarse críticas".
Desde el estallido de la pandemia de COVID-19, en Bolivia no solo hubo cambio de ministro sino también un relevo del Viceministro de Salud y, en dos ocasiones, del Director Nacional de Epidemiología, en todos los casos sin explicaciones.