"Las mascarillas Silver Mask están hechas de varias capas de algodón asiático, a las que mediante pulverización con magnetrón se añade una capa superfina de plata coloidal, de propiedades antibacterianas y antivirales", según el centro científico.
Expertos del Instituto de química de estado sólido y mecanoquímica, con sede en Novosibirsk, habían creado una fibra similar con la técnica de meltblowing, según el Fondo de estudios fundamentales de Rusia.
Científicos de la Universidad Immanuel Kant perfeccionaron su método usando la tecnología de pulsos láser para añadir nanopartículas de plata, abaratando el costo de producción y elevando la eficiencia de la mascarilla.
De momento, el centro científico tiene capacidad para producir unas 500 mascarillas al día —en un principio, para sus empleados y para ayudar a personas mayores— pero en el futuro podría aumentar el volumen hasta varios miles de piezas.