Se han dicho tantas cosas de forma tan irresponsable sobre el COVID-19, que se han generado una serie de imprecisiones que han tenido consecuencias nefastas. Una de las noticias que ocupó titulares en todo el mundo a mediados de febrero fue la que señalaba a los murciélagos como los responsables de transmitir la enfermedad a los humanos. La teoría generó tales temores en un poblado de la provincia peruana de Santa Cruz (departamento de Cajamarca, norte) que sus habitantes prendieron fuego a los pequeños mamíferos voladores.
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Sin embargo, la ciencia dice que es muy pronto para aseverar cuál fue exactamente el animal que sirvió como vector entre el virus y los humanos, aunque las investigaciones genómicas indican que este nuevo brote de coronavirus probablemente se originó en murciélagos. Aunque los rumores dicen que la primera persona que se infectó con el SARS-CoV-2 (el virus que genera COVID-19) lo hizo tras haberse tomado una sopa de murciélagos.
COVID-19: ¿por qué los murciélagos son inocentes?
Pensemos en las gripes H5N1 y H1N1: ambos son brotes epidémicos que se conocen por el animal que se identificó como su origen o vector: gripe aviar y gripe porcina.
Esta vez, culpamos a los murciélagos sin siquiera saber con exactitud si ellos son los responsables del coronavirus COVID-19. No rebautizamos la enfermedad (desde las últimas emergencias sanitarias mundiales la Organización Mundial de la Salud se encargó de no propiciar nombres estigmatizantes), pero reconocemos que los murciélagos no tienen un historial muy limpio: es sabido que portan muchos virus.
Los murciélagos y los virus
Normalmente, los virus permanecen ocultos en los cuerpos de los murciélagos y en los ecosistemas sin dañar a los humanos: son las mismas personas las que aumentan el riesgo de transmisión entre especies cuando invaden su hábitat o los cazan para hacer medicinas o directamente comérselos, según escribió Peter Alagona, profesor adjunto de Historia, Geografía y Estudios Ambientales de la Universidad de California, Santa Bárbara, en The Conversation.
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En particular, señala Alagona, los humanos empacan murciélagos vivos en condiciones insalubres con otras especies silvestres que pueden servir como anfitriones intermedios. Esto es lo que ocurrió en el mercado de Wuhan (China), donde muchos expertos creen que surgió el COVID-19.
Entonces, por ahora lo cierto es que estamos generando un temor infundado sobre los murciélagos, animales esenciales por los muchísimos beneficios que brindan al equilibrio ecológico: son polinizadores, dispersadores de semillas y controladores de plagas.
- Mientras se alimentan, los murciélagos polinizan alrededor de 500 especies de plantas, incluyendo mangos, plátanos, guayabas y agaves (la fuente del tequila).
- Los murciélagos insectívoros pueden consumir el equivalente a su peso corporal en insectos cada noche, incluyendo los mosquitos que portan enfermedades como el Zika, el dengue y la malaria.
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- Son los únicos mamíferos terrestres que pueden moverse y conocer su entorno por medio de la emisión de sonidos y la interpretación del eco que los objetos a su alrededor producen debido a ellos, y los únicos capaces de volar realmente.
- Los murciélagos convierten los alimentos en excrementos (guano) capaces de nutrir los más diversos ecosistemas; durante siglos han sido utilizados no sólo como fertilizante, sino también para hacer jabones y antibióticos.