"La patera volcó en la costa de Dakhla y los equipos de rescate de Marruecos pudieron asistir a 14 de los 28 ocupantes, pero las otras 14 personas murieron", señaló a Sputnik un portavoz de Salvamento Marítimo.
Esta embarcación formaba parte de la lista de cinco pateras —con una tripulación estimada de 143 personas— que los servicios de Salvamento Marítimo de España estaban buscando con el apoyo de dos aviones durante la jornada del 18 de febrero.
"Temíamos una tragedia y así ha sido: 14 muertos en la ruta canaria", lamentó a través de Twitter la activista Helena Maleno, de la ONG Caminando Fronteras.
Según los datos transmitidos a Sputnik desde Salvamento Marítimo, además de la embarcación que naufragó, las autoridades marroquíes localizaron a una de las cinco pateras que estaban siendo buscadas, consiguiendo poner a salvo a sus 37 ocupantes.
Asimismo, los equipos de rescate españoles rescataron a una patera con 26 personas a bordo.
En consecuencia, ahora la búsqueda se centra en encontrar a las dos pateras restantes, una con 25 y otra con 27 personas.
España se convirtió en 2018 en la principal puerta de entrada para la inmigración irregular en Europa, registrando la llegada de 64.298 personas, pero esta cifra se redujo a la mitad en 2019, año en el que el número de llegadas bajó a 32.513, según datos del Ministerio del Interior.
Sin embargo, las estadísticas oficiales reflejan un inusual aumento de llegadas a las Islas Canarias, anticipando su consolidación como zona de llegada preferente para los migrantes que tratan de alcanzar España por vía marítima.
En lo que va de año las Islas Canarias recibieron a 1.008 migrantes, lo que contrasta con las 66 llegadas registradas en el archipiélago durante el mismo periodo de 2019.