"Una persona con HIV, además de ser un problema para ella [misma], es un gasto para todos aquí en Brasil", dijo en declaraciones a periodistas, según recoge el diario Correio Braziliense.
El presidente brasileño hizo estas declaraciones al comentar una campaña lanzada recientemente por el Ministerio de la Mujer, Familia y Derechos Humanos que buscan evitar los embarazos entre adolescentes promoviendo la abstinencia sexual.
Bolsonaro apoyó el objetivo central de la campaña y criticó la gestión que hicieron del asunto anteriores gobiernos, diciendo que la "libertad" que promovió el Partido de los Trabajadores (PT) acabó derivando en una "depravación total".
El líder ultraderechista reafirmó su apoyo a la ministra del ramo, Damares Alves y lo ejemplificó con un caso personal, diciendo que a él no le gustaría ver a su hija menor, de nueve años, embarazada el año que viene.