"Nos gustaría alcanzar un nuevo acuerdo comercial integral, pero probablemente estemos muy lejos de esto", dijo Kelin a la prensa en el club de debates Valdái en Moscú.
Según el diplomático, Moscú y Londres deben celebrar acuerdos en diferentes ámbitos, entre ellos la aviación, el transporte y el comercio de material fisionable.
Kelin señaló que Rusia ya "ha hecho un inventario de lo que podríamos hacer con el Reino Unido" tras el Brexit, pero actualmente Londres "se dedica a asuntos más urgentes".
"Trabajaremos y siempre estaremos dispuestos a celebrar los acuerdos que necesitemos", indicó.
Además, Kelin destacó que la salida del Reino Unido del bloque comunitario podría tener consecuencias económicas tanto positivas, como negativas.
Después del periodo de transición que durará hasta diciembre de 2021, a Londres le espera "una cierta recuperación económica a la que probablemente siga —y muchos economistas y politólogos están de acuerdo en esto— un estancamiento o incluso un declive económico", pronosticó.
El diplomático también subrayó que después del Brexit, Londres tendrá que buscar nuevos socios económicos que, en su opinión, serán China y países latinoamericanos.
"El mundo de los negocios ha recobrado el aliento y recuperado el interés, incluido el que desarrolla actividades en Rusia, ya que el Gobierno (británico) exige que vaya a nuevos mercados", concluyó Kelin.
"Debo decir que entre nuestros dos países no existen contradicciones irreconciliables, no tenemos reclamaciones ideológicas ni territoriales, ni existen obstáculos que impidan desarrollar las relaciones", dijo el embajador ruso.
Kelin contestó así a la pregunta si el Brexit podría contribuir al inicio del diálogo entre Rusia y el Reino Unido en ámbitos prácticos.
Al mismo tiempo señaló que en ese aspecto la iniciativa la debe tomar el Reino Unido.
El Reino Unido dejará de ser miembro de la UE a las 23 horas GMT del 31 de enero, aunque deberá acatar las normas y cuotas financieras del bloque hasta el final del periodo de transición (diciembre de 2020).
Según el 'acuerdo del divorcio', este periodo podrá prorrogarse solo una vez y solo por dos años, pero en tal caso Londres deberá seguir haciendo aportaciones al presupuesto de la Unión Europea, a lo que se opone categóricamente el primer ministro, Boris Johnson.