"Con nuestro andar llamamos a la sociedad mexicana a unir a la nación y a construir con todas y todos una política sólida de Estado basada en la verdad y la justicia", dijo el poeta Javier Sicilia, uno de los convocantes de la protesta que recorrerá unos 100 kilómetros desde Cuernavaca (centro) a la Ciudad de México hasta el 26 de enero.
Sicilia, cuyo hijo fue asesinado por delincuentes junto con seis amigos en Cuernavaca, en 2011, y Julián LeBarón, sobreviviente de la norteña comunidad mexicano-estadounidense de La Mora, Sonora (norte), que en noviembre pasado perdió a tres madres y seis niños, masacrados en un emboscada a tres camionetas, son dos víctimas emblemáticas de la violencia que convocaron a la caminata.
Los marchantes recorrieron 12 kilómetros el 23 de enero, y el segundo día partirán del Seminario Mayor hacia el pueblo de Tres Marías, estado de Morelos, al sur de la Ciudad de México.
La caminata terminará con una masiva manifestación en la avenida Reforma hasta el Palacio Nacional.
Mariclaire Acosta, presidenta fundadora y directiva de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, que data de 1989, y convocante a la marcha dijo antes a Sputnik que el objetivo es "que la sociedad mexicana se haga cargo de buscar la terminación de la tragedia de la violencia generalizada y la impunidad.
Los organizadores estiman que el retorno de las víctimas a las calles, tras un año con récord de asesinatos con más de 34.500 homicidios dolosos, el peor récord en 22 años de registros oficiales, "es más importante que una reunión con el jefe de Estado", que ya adelantó que no recibirá personalmente a la marcha, y la encomendó al Gabinete de Seguridad Nacional.