Su propia madre le robó el marido, y ahora afirma que nunca la perdonará del todo por casarse y tener un hijo con él.
Lauren, de Londres (Reino Unido), tenía 18 años cuando conoció a Paul, y un año después se casó con él tras dar a luz a su primera hija. Su madre les pagó la boda de sus sueños y, para agradecérselo, Lauren la invitó a la luna de miel. Julie y Paul se llevaban muy bien, pero a Lauren nunca se le habría ocurrido pensar en lo que realmente estaba detrás de esa buena relación.
Cuando su hija tenía tan solo siete meses, Paul abandonó a las dos para ir a vivir con Julie, que tenía entonces 34 años. Pero este no es el final de la historia ni la única traición.
"Cuando la vi en la calle y me di cuenta de que tenía barriga, mi mente se aceleró. Se agarró el estómago y me dijo: Es un quiste. Me sentí tan mal que me fui a casa y destruí todas las fotos de nuestra boda", relata Lauren.
En julio de 2005, nueve meses después de que Paul dejara a Lauren, Julie dio a luz a su bebé.
Lauren incluso fue a la boda de su madre por el bien de su hija pequeña, la nieta de Julie. Se casó con Paul el 14 de agosto de 2004, mientras que su madre se casó con el mismo hombre el 15 de agosto de 2009.
Lauren dijo que su madre había tratado de arreglar la relación entre ambas, pero que la ve con poca frecuencia.
"Fue perverso. Es una de las peores cosas que una madre puede hacerle a su hija. Paul puede haber sido un novio cobarde, pero ella es mi madre. Debe amarme y protegerme por encima de todos los demás", lamenta Lauren, que ahora tiene 34 años, vive con su novio y está embarazada de su cuarto hijo.