Desde hace tres años, la empresa española Pislow comenzó a ofrecer un servicio de alquiler de ropa con opción a compra. Pero no de vestidos de fiesta, algo que ya es común desde hace muchos años, sino de prendas y accesorios para el día a día. Esta tendencia surgió en EEUU hace una década y se está expandiendo por todo el mundo.
"A través de una suscripción mensual cada usuario puede acceder a dos prendas y un accesorio cada mes e ir cambiándolos. Si le gustó puede quedárselo un mes más o incluso comprarlo con descuento. Los productos llegan directamente de las marcas y nosotros los hacemos rotar. Se trata de un consumo sostenible de moda ya que se reduce su huella ambiental hasta un 44 %", dijo María José González, CEO de Pislow.
En este "Netflix de la ropa" un grupo de estilistas eligen las prendas en base a las preferencias de cada consumidor, detalladas en un formulario online al momento de registrarse. La tendencia surgió por una necesidad de algunas personas de cambiar más seguido su ropa sin dañar al medioambiente.
Pislow ofrece tres gamas de cajas: una estándar, una premium y una de lujo. Todas tienen la misma cantidad de artículos; el precio varía según las marcas. La más económica cuesta 39 euros al mes —con productos que valen hasta 100—; la intermedia 59 euros —con prendas de hasta 200—, y la más cara vale 109 euros —con ropa que tiene un costo de más de 600 euros—.