"La salida de EEUU del tratado provocará un grave daño a toda la arquitectura de la seguridad europea y nos obligará a tomar medidas adecuadas", respondió la Cancillería rusa a las preguntas de los medios que recibió para la rueda de prensa sobre los resultados del trabajo de la diplomacia rusa en 2019.
Según el Ministerio ruso, el Tratado de Cielos Abiertos es "una medida importante para fomentar la confianza y la transparencia en el ámbito militar".
El ente declaró que Moscú cuenta con la cordura de sus socios estadounidenses.
"Consideramos que es necesario resolver las divergencias sobre el cumplimiento del Tratado mediante las negociaciones y tomando en cuenta las preocupaciones de todas las partes", dijo la Cancillería rusa al expresar la disposición al trabajo conjunto con los países firmantes.
En octubre pasado, el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de EEUU, Eliot Engel, comentó que la Casa Blanca "estaba considerando" retirarse del tratado.
El Tratado de Cielos Abiertos se firmó en 1992 en Helsinki y autoriza a los observadores militares obtener imágenes de movimientos de tropas y buques en un vasto territorio desde la ciudad canadiense de Vancouver hasta el puerto de Vladivostok, en el Lejano Oriente ruso.
El documento cuenta actualmente con 34 signatarios, incluida Rusia, que lo ratificó en mayo de 2001.