"En lo que se refiere al sistema ruso SSC-8 [código que asignó la OTAN al 9М729] vamos a trabajar en el desarrollo de los sistemas de defensa antiaérea y antimisil y el armamento convencional, vamos a mejorar la disposición para el combate y alargar el tiempo de alerta [de ataque con misiles]", dijo Stoltenberg citado por la televisión alemana N-tv.
Destacó que los ministros de Defensa de la OTAN ya acordaron las medidas correspondientes.
Stoltenberg llamó el desarrollo del misil 9M729 "parte de la estrategia rusa que prevé una elevada inversión en el desarrollo del armamento más avanzado, incluido el nuclear".
Por su parte, el general teniente Alexandr Luzán, ex comandante adjunto de las Fuerzas de Defensa Antiaérea del Ejército de Tierra de la URSS, declaró a Sputnik que en una perspectiva cercana, la OTAN no tendrá sistemas de defensa antiaérea y antimisil capaces de luchar eficazmente contra los sistemas de misiles tácticos rusos Iskander-M.
"Los sistemas de defensa antiaérea y antimisil que tiene la OTAN actualmente son incapaces de hacer frente a los sistemas Iskander-M. Incluso el sistema antiaéreo estadounidense Patriot tiene una baja eficacia, lo que se confirmó durante el reciente bombardeo de las bases de EEUU en Irak, donde no se logró repeler el ataque con misiles iraníes", dijo el general.
Según recordó Luzán, actualmente solo Francia e Inglaterra producen sistemas de misiles antiaéreos, y también hay algunos sistemas desarrollados conjuntamente por Francia y Alemania. Pero todos son sistemas de acción cercana y pequeño alcance, incapaces de luchar contra misiles balísticos.
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"El mejor de todos sigue siendo el Patriot norteamericano, pero es poco eficaz a la hora de interceptar misiles balísticos y de crucero, así como otros objetivos de pequeñas dimensiones. De hecho, esos sistemas logran derribar solo uno de cada tres misiles y es lo máximo que se puede exigirles", afirmó el experto.
Recordó que debido a su baja eficacia, los Patriot que defienden las bases militares de EEUU en Irak no pudieron repeler eficazmente el ataque con misiles iraníes.
"No obstante, los europeo tendrán que comprar el sistema estadounidense Patriot. Esto permitirá cargar de trabajo las empresas del sector de defensa de EEUU y quizá ésa fue la idea", apuntó Luzán.
También mencionó el sistema de defensa antimisil Aegis y comentó sus características son mejores, pero se trata de un sistema instalado en buques de guerra. El instalado en tierra existe solo en Rumanía, pero aún se requiere bastante tiempo para que entre en servicio operacional.
Por último, recordó que el Iskander-M es un sistema táctico-operativo y no va dotado de misiles de alcance medio.
"Vuela a una distancia de hasta 500 kilómetros y podría recorrer entre 700 y 800 kilómetros solo si se le hace unas modificaciones, pero por ahora no puede hacerlo", constató el experto militar ruso.
Contexto
Primero Estados Unidos y luego la OTAN declararon que el misil ruso 9M729 supuestamente viola el Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF) al tener un alcance superior a los 500 kilómetros. Acto seguido, EEUU se retiró de ese acuerdo internacional clave.
Rusia rechazó reiteradamente las sospechas de EEUU y señaló que las críticas del 9M729 eran solo un pretexto para abandonar el tratado INF mientras que la causa fue la aspiración de EEUU a desplegar los misiles propios de alcance medio cerca de las fronteras de China.
El Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF), firmado en diciembre de 1987 entre la entonces URSS y Estados Unidos, prohibía los misiles balísticos y de crucero con alcance de entre 500 y 5.500 kilómetros.
El 9M729 es uno de los proyectiles utilizados por el sistema de misiles Iskander. Según sus especificaciones técnicas, su alcance máximo no supera los 500 kilómetros permitidos por el tratado INF.
Los sistemas Iskander han sido un tema de constante preocupación para la OTAN. El 5 de noviembre de 2008, el entonces presidente ruso, Dmitri Medvédev, anunció que estos sistemas podrían ser ubicados en la región báltica de Kaliningrado, como contrapeso ante el despliegue del sistema de defensa antimisiles estadounidense en Polonia y Rumanía. Desde entonces la respuesta rusa ha sido blanco de constantes ataques de altos representantes de la OTAN.