"Un ahorro de 56.000 millones de pesos (casi 3.000 millones de dólares) y la disminución en 91% del robo de combustible es el saldo a un año de haberse implementado la estrategia contra el robo de combustible en ductos", dijo en conferencia de prensa el director de Pemex, Octavio Romero.
La extracción ilegal de hidrocarburos se redujo de 20,4 millones de barriles en 2018, a un 1,4 millones de barriles durante 2019, detalla el informe oficial.
De los casos consignados antes jueces federales resultó la detención de 680 personas, de las cuales 562 fueron sentenciadas a prisión, detalló Romero.
La Unidad de Inteligencia Financiera federal abrió 21 investigaciones por lavado de dinero, que condujo al bloqueo de operaciones financieras en 811 cuentas de 240 personas, con casi 25 millones de dólares.
El director de Pemex anunció un mayor operativo de vigilancia de la red de oleoductos cada 20 a cada 30 kilómetros, y medidas reforzadas sobre unos 150 kilómetros de la red considerados de mayor riesgo de tomas clandestinas.
La estrategia contra el robo de combustible fue una de las primeras grandes acciones militares de escala nacional de la actual administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero que enfrentó problemas al causar desabastecimiento en la región central del país.
En el marco de esa operación ocurrió una explosión en una toma clandestina en la que recogían combustible cientos de personas, ante la inacción de una patrulla militar de decenas de efectivos, que causó 73 muertos en Tlahuelilpan, Hidalgo, cerca de una refinería del país, el 18 de enero de 2019.