Los animales se encontraban en el jardín cuando fueron atacados por el depredador. Los dueños de los canguros llamaron al centro de vida silvestre Landschap, cuyos expertos encontraron huellas de lobo en el área. No obstante, todavía no lograron hallar restos del ualabí.
El director de Landschap, Jan Loos, sugiere que lo más probable es que el lobo se lo haya llevado para comérselo "como cena de Navidad". El especialista sospecha que se trata de un lobo salvaje llamado August, que ya ha devorado a varias ovejas en una granja local.