"Antes de la llegada del Gobierno de Unidad Nacional, en Trípoli actuaban unos 300 pequeños grupos armados; luego fueron unidos en cuatro grandes grupos, se preparó y se implementó su desarme, su formación", recordó el diplomático al destacar que "todos estos esfuerzos se redujeron a cero por la ofensiva militar contra la capital, este trabajo quedó suspendido".
Libia continúa sumida en una crisis desde que el derrocamiento de su líder histórico, Muamar Gadafi, en 2011, derivó en violentos enfrentamientos entre facciones rivales, la aparición de grupos yihadistas y de mafias que se dedican al tráfico de migrantes irregulares de África a Europa.
Actualmente en el país hay una dualidad de poderes: el Gobierno interino, que controla la parte oriental del país junto con el Parlamento, y el Gobierno de Unidad Nacional en Trípoli (oeste) avalado por la ONU.
A principios de abril pasado, Libia entró en una nueva espiral de violencia después de que el Ejército Nacional al mando de Jalifa Haftar empezara una ofensiva para liberar a Trípoli de "terroristas". Las fuerzas leales al Gobierno de Unidad Nacional respondieron con la operación Volcán de Ira contra las tropas de Haftar.
El 12 de diciembre, Haftar anunció el comienzo de la "batalla decisiva" por Trípoli.