Elon Musk está llevando a cabo un ambicioso proyecto en el gigante asiático. Si en octubre la eléctrica estatal State Grid Corporation of China aún estaba preparando la primera línea de suministro eléctrico para abastecer a la megafábrica de Shanghái del magnate, ahora Musk asegura que, para finales de 2019, se producirán en esta planta al menos 1.000 vehículos del primer modelo de Tesla Model 3 de producción china.
Según ha informado Bloomberg, gracias a un cambio regulatorio anunciado el año pasado, el Model 3 será el primer automóvil producido en China por una fábrica que pertenece en su totalidad a una empresa extranjera. Esto supone un raro ejemplo de cooperación mundial en un contexto de guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Tampoco han faltado comentarios en tono adulador hacia el país asiático en la cuenta de Twitter del empresario. Esto ha podido influir en que Tesla recibiera una exención del impuesto chino del 10% a las ventas de automóviles, privilegio que solo las compañías nacionales suelen recibir. Esto, a su vez, pone a Musk en una tesitura complicada de cara a EEUU. No obstante, por ahora, la estrategia que ha diseñado el CEO de Tesla parece estar funcionando.