"Las referencias de que Rusia supuestamente viola el Tratado son completamente infundadas", dijo.
Uliánov admitió que hay discrepancias en varias cuestiones debido a las diferentes interpretaciones de las disposiciones del Tratado, pero aseguró que no hay ningún problema "que sea un motivo para la retirada" del documento.
Uliánov, refiriéndose a la salida de EEUU del Tratado INF con Rusia sobre misiles de corto y medio alcance así como del acuerdo nuclear con Irán, tachó esta política de "destructiva" y "peligrosa".
Al mismo tiempo, precisó que Moscú no cuenta con ventajas unilaterales en el marco del Tratado de Cielos Abiertos ya que tanto Rusia como EEUU vigilan mutuamente sus territorios.
En este contexto, Uliánov subrayó que dicho acuerdo "favorece a los intereses de todos los países participantes, incluido EEUU".
El representante ruso expresó la esperanza de que el Tratado de Cielos Abiertos permanezca vigente.
"Si el Tratado de Cielos Abiertos se rompe después del Tratado INF, será un nuevo golpe fuerte para el control de armas y las medidas de confianza en la región transatlántica", advirtió.
Por su parte, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, afirmó que si EEUU abandona el Tratado de Cielos Abiertos será una noticia "triste".
"Solo leí lo que leyeron Ustedes. Será triste", afirmó Lavrov a la prensa respondiendo a la pregunta sobre los planes de EEUU de salir del Tratado de Cielos Abiertos.
El 27 de octubre The Wall Street Journal informó que el presidente de EEUU, Donald Trump, había firmado un documento sobre la intención de Washington de abandonar el Tratado de Cielos Abiertos.
El Tratado de Cielos Abiertos fue firmado en 1992 en Helsinki y autoriza a los observadores militares a obtener imágenes de movimientos de tropas y buques en un vasto territorio desde la ciudad canadiense de Vancouver hasta el puerto de Vladivostok, en el Lejano Oriente ruso.
El documento cuenta actualmente con 34 signatarios, incluida Rusia, que lo ratificó en mayo de 2001.