En particular, en entrevista con el canal Rossiya 1 Lavrov afirmó que Moscú "está dispuesta a solucionar estos asuntos en cualquier momento en la base de la 'opción cero' y volver al funcionamiento ordinario de nuestras entidades diplomáticas".
"Ya hablé de ello con el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, con el entonces embajador de EEUU en Rusia, Jon Huntsman; creo que ellos tienen entendimiento de que un día debemos volver a ello, y lo más pronto, mejor", destacó el ministro ruso.
Lavrov culpó a la administración del expresidente de EEUU Barack Obama por los problemas actuales en el trabajo de las misiones diplomáticas.
Rusia, que rechazó categóricamente estas acusaciones, anunció a su vez el cierre del consulado de EEUU en San Petersburgo y la expulsión de 60 diplomáticos estadounidenses.
En diciembre de 2016, poco antes de que Barack Obama abandonara la Casa Blanca, su Gobierno expulsó a 35 diplomáticos rusos y ordenó el cierre de dos mansiones diplomáticas en Centreville, Maryland y Oyster Bay, Nueva York, en respuesta a la supuesta interferencia de Moscú en las elecciones presidenciales estadounidenses, lo que Rusia ha negado en reiteradas ocasiones.
A finales de agosto, el Departamento de Estado pidió a Rusia desalojar su consulado general en San Francisco y dos oficinas diplomáticas más, una en Nueva York y la otra en Washington, poniendo como fecha límite el 2 de septiembre.
El Ministerio de Exteriores ruso cumplió la petición de Washington pero la calificó de acto hostil y violación del derecho internacional.