"Hay que defender el consumo defendiendo el ingreso de la población, hay que bajar el impuesto de las pymes y reconstituir su capital de trabajo y hay que hacer de la palabra productividad un concepto básico de la economía argentina; hay que cerrar la brecha de lo que el país puede ser y lo que es", sintetizó el candidato de Consenso Federal, Roberto Lavagna (centro derecha), en la contienda electoral que fue transmitida por cadena nacional a toda la Argentina.
Según datos oficiales, la deuda externa de Argentina al término del segundo trimestre aumentó 8,4% en un año al crecer en más de 22.091 millones de dólares hasta alcanzar los 283.567 millones.
El propio Macri reconoció que pensó que sería más fácil organizar la economía de Argentina, aunque se mostró esperanzado en generar acuerdos en un futuro mediato para solucionar las cifras de un país que sufre una inflación anual del 54,5% y una tasa de desempleo del 10,6%.
"La carga ha sido muy grande y ha caído mayoritariamente sobre la clase media pero el esfuerzo no fue en vano y por más que uno lo sienta en el bolsillo, estamos mejor, tenemos energía que antes no teníamos", enfatizó el mandatario.
"Sobre cuatro años (de gobierno) termina con tres años de caída del producto bruto, y eso se ve en el aumento de la pobreza y la indigencia, por respeto a los argentinos basta de frases como brotes verdes y que vamos a estar bien a partir de ahora", dijo Lavagna, exministro de economía de Eduardo Duhalde (2002-2003) y durante dos años de la gestión de Néstor Kirchner, entre 2003 y 2005.
Pocos cruces
El nuevo formato dispuesto para el primero de los debates presidenciales obligatorios de Argentina se pareció más a una mesa redonda que a una contienda entre candidatos.
El primero que tomó la palabra fue el presidente Mauricio Macri, quien desde el primer minuto de su intervención recordó los éxitos de su gestión en la ciudad de Buenos Aires y pidió más tiempo al frente del país.
Alberto Fernández, por su parte, se mostró incisivo a la hora de salirle al cruce a un Macri que sobrevoló los temas, sin querer debatir frontalmente, aunque puntualizó en la vieja disputa que mantuvo su rival con la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), hoy unidos en la fórmula que ya ganó las primarias de agosto.
En cuanto al resto de los candidatos sobresalió el economista Roberto Lavagna en la materia que más conoce, y se hizo notoria la voluntad de Gómez Centurión y Espert de mostrarse como 'outsiders' de la política, más cercanos al ciudadano de a pie.
Los debates presidenciales en Argentina son obligatorios por ley desde 2016 y, entre otras cosas, se establece que los candidatos que falten tienen como sanción la cancelación automática de todos los spots de campaña en el sistema de radio y televisión.
El del domingo se realizó en la Universidad del Litoral, lugar donde se formalizó la última reforma constitucional de Argentina, en 1994.
El próximo será el domingo 20 de octubre en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
Venezuela
Otro de los bloques temáticos que generaron controversias fue el de política internacional, donde se tocaron dos temas de especial relevancia en la discusión política argentina: Venezuela y el Mercosur.
"La expresidenta Kirchner condecoró con la orden del Libertador San Martín al dictador Maduro (…) No puede haber doble discurso, o se está con la dictadura o se está con la democracia", dijo Macri, quien obtuvo el 31,79% de los sufragios en las primarias del 11 de agosto.
Fernández, por su parte, respondió que es consciente que "Venezuela tiene problemas, más problemas los venezolanos y más los que tuvieron que emigrar, pero a diferencia del presidente, yo quiero que sean los venezolanos quienes resuelvan sus problemas".
"Espero que ningún soldado argentino termine en tierra venezolana", advirtió Fernández.
En las primarias de agosto, la alianza opositora Frente de Todos, que lideran Alberto Fernández y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), obtuvo casi 16 puntos de ventaja sobre la coalición oficialista Juntos por el Cambio, de Macri.