Turquía comenzó el 9 de octubre la operación Fuente de Paz en el noreste de Siria cuyos objetivos, según Ankara, son alejar a las milicias kurdas de la frontera turca y establecer en el noreste del país árabe una zona segura para acoger a los miles de refugiados sirios que permanecen hoy en territorio turco. Rusia, Irán, países europeos y árabes manifestaron su malestar a Ankara por la operación en Siria.
"Nos oponemos al terrorismo, el terrorismo es un enemigo común", insistió el canciller.
Indicó que no cree que Rusia realmente esté en contra de la operación. "Rusia está preocupada por algunos temas delicados, como la integridad territorial y la unidad del país. Nosotros también estamos preocupados. Si nos fijamos en todas las declaraciones conjuntas de Turquía, Rusia e Irán, lo enfatizamos", subrayó el interlocutor de Sputnik.
"Luchamos contra el terrorismo juntos, con Rusia. Por lo tanto, Rusia nos apoyó en la ONU. Si algunos países tienen doble moral respecto a nuestra lucha contra el terrorismo, entonces este es su problema. No tenemos miedo de permanecer aislados si la verdad está de nuestro lado, ya que estamos destinados a combatir el terrorismo", concluyó el canciller turco.