"Bolivia enfrenta una de las peores catástrofes naturales de su historia, provocada por políticas que promueven la deforestación del país", afirmó este 23 de agosto la Unión Nacional de Instituciones para el Trabajo de Acción Social (Unitas), que agrupa a 21 organizaciones no gubernamentales de investigación y asistencia social.
El pronunciamiento fue publicado luego de que el Gobierno informara que los incendios de las dos últimas semanas han arrasado al menos 744.000 hectáreas del llamado Bosque Chiquitano, ubicado en el departamento de Santa Cruz, y que se extiende hasta las fronteras con Brasil y Paraguay.
En cambio, el vicepresidente Álvaro García Linera aseguró el jueves que los incendios no eran consecuencia de la ampliación de tierras agrícolas sino de "chaqueos", o quemas tradicionales de pastizales, que resultaron descontroladas por una combinación extraordinaria de calor, sequía y vientos.
"Hay muchos pastizales y son los pastizales los que son objeto de incendios; no tiene nada que ver con la ampliación de la frontera agrícola", dijo el vicepresidente, sugiriendo que las críticas que recibe el Gobierno serían parte de la campaña política con miras a las elecciones generales del 20 de octubre.
Unitas condenó la aprobación de medidas "atentatorias a los derechos de la Madre Tierra y de la vida", en alusión al decreto de julio, y calificó a las autorizaciones de chaqueo como "actos de flagrante negligencia", que no habrían tenido en cuenta que la capa vegetal afectada está compuesta por bosque seco.
El vicepresidente afirmó que los incendios no se han producido en una región en la que se esté ampliando la frontera agrícola sino en un territorio de antiguos pastizales destinados a la ganadería.
"En la región afectada apenas existen 1.600 hectáreas de sembradíos de agricultura familiar, de subsistencia; en cambio se tienen 70.000 hectáreas de pastizales porque allí la producción es el ganado vacuno y lo que se está quemando no son los chacos para sembrar sino los pastizales", sostuvo García Linera.
El funcionario apuntó que los chaqueos se realizan tradicionalmente a mediados de año, en el invierno seco de Bolivia, con objeto de asegurar más pasturas para la primavera y el verano.
En la misma línea, el presidente de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz, Oscar Pereira, dijo a la agencia estatal de noticias ABI que los pequeños productores agrícolas que realizan los chaqueos no podían ser responsabilizados de los incendios en el Bosque Chiquitano.
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, destacó por su parte que Bolivia no es el único país afectado por incendios, a los cuales calificó como "graves", pero "menores" que los que se reportan desde la Amazonía brasileña.
"Este es un fenómeno transnacional y en Bolivia estamos combatiendo decididamente a los incendios, somos coherentes con nuestra definición política de defensa de la Madre Tierra", dijo Quintana este 23 de agosto a medios estatales.
El funcionario agregó que las primeras operaciones del avión Boeing 747 Supertanker contratado por el Gobierno se concentrarán en áreas cercanas a Brasil y Paraguay.
Según un reciente informe del no gubernamental Centro de Información y Documentación Bolivia, la destrucción causada por los actuales incendios ha duplicado con creces el promedio anual de 350.000 hectáreas de bosques que se queman en el país con fines de explotación agrícola y ganadera.
Bolivia tiene una superficie de 1,1 millones de kilómetros cuadrados, o 110 millones de hectáreas, de las cuales más de dos tercios son llanuras tropicales de las cuencas de los ríos Amazonas y de la Plata.