Ocurrió en el parque natural de Naboisho, en Kenia. La pobre leona incluso mordió a varias hienas para ahuyentarlas, aunque sin suerte. La superaban ampliamente en número y tenían mucha hambre. Como la leona ya se había comido parte del búfalo junto a su manada, se dio cuenta de que no valía la pena seguir gastando fuerzas y decidió abandonar su plato.
En el vídeo se observa cómo dos buitres esperan su turno después de que la leona se hubiese ido.