Fuentes del Supremo Tribunal Federal confirmaron a Sputnik que Toffoli tomó la decisión argumentando que la empresa que fletó los barcos, la brasileña Eleva, no está en la lista de agentes sujetos a sanciones por parte de EEUU, por lo que la operación no entrañaría ningún peligro para la petrolera brasileña.
Los barcos Bavand y Termeh trajeron urea (fertilizante) a Brasil y debían retornar al país persa cargados de maíz brasileño, pero no pueden partir debido a la falta de combustible.
Por su parte, el exembajador brasileño Marcos Azambuja declaró a Sputnik que la decisión de Dias Toffoli es la mejor solución para un impasse que podría haber derivado en un conflicto diplomático.
El diplomático consideró que la decisión es "buena para todo el mundo", ya que considera que el impasse podría haber enconado si se hubiera dejado en manos del Gobierno brasileño: "Sería más complicado por vías políticas".
Azambuja fue embajador de Brasil en Francia (1997-2003) y en Argentina (1992-1997), además de secretario general de la Cancillería (1990-1992) y coordinador de la Conferencia Rio 92; en la actualidad es consejero emérito del Centro Brasileño de Relaciones Internacionales.
En su opinión, ahora Petrobras debe simplemente obedecer el sistema jurídico brasileño.
"Brasil tiene que continuar siendo un país de leyes, cuando hay decisiones judiciales deben ser seguidas y respetadas", opinó.
En los últimos días, el presidente Jair Bolsonaro, consultado por el caso, dijo que estaba alineado con las políticas del Gobierno de EEUU y que actuaría en consecuencia.
Azambuja no quiso opinar de la alineación del Gobierno con la administración del presidente Donald Trump, pero resaltó que, a nivel internacional, Brasil está apenas obligado a seguir las sanciones acordadas en el seno de la Organización de las Naciones Unidas.
"Brasil debe regirse exclusivamente por dos cosas: el respeto al derecho internacional y el respeto a sus intereses como gran país exportador e importador", afirmó.