Mueller, que durante dos años estuvo investigando las acusaciones sobre la injerencia rusa en los comicios estadounidenses, testificará ante el Congreso de su país este 24 de julio.
El diplomático subrayó que la posición de Rusia es invariable y que no existe fundamento alguno para afirmar que Moscú haya intentado o planee intervenir en las elecciones de EEUU, como lo dijo hace poco el director del FBI, Christopher Wray.
A su vez, el exconsejero especial Robert Mueller reiteró en su testimonio este 24 de julio ante el Congreso legislativo de EEUU que en su investigación no detectó evidencia alguna de una colusión entre Rusia y la campaña electoral del hoy presidente Donald Trump.
"La investigación no constató que miembros de la campaña de Trump conspiraran con el Gobierno ruso en actividades de interferencia electoral", dijo a congresistas.
Sin embargo, Mueller dijo en el Congreso que los hallazgos de su investigación en Rusia no eximen completamente al presidente Trump.
El largo camino hacia la verdad
Mueller concluyó en abril pasado su investigación, en la que supuestamente confirmó las acusaciones sobre la injerencia rusa en las elecciones de EEUU, pero no encontró pruebas de una colusión entre el presidente Donald Trump y Moscú, lo que estaban negando tanto el Kremlin como la Casa Blanca.
Después de revisar los hechos, el fiscal general de EEUU, William Barr, dijo que concluyó que la evidencia proporcionada por Mueller no pudo establecer que Trump cometió un delito de obstrucción de la justicia.
Trump ha llamado en repetidas ocasiones a la investigación de Mueller como una caza de brujas política.
Rusia también ha negado cualquier reclamo de interferencia en el sistema político de EEUU, diciendo que las acusaciones fueron hechas para excusar la pérdida electoral de la oponente de Trump, Hillary Clinton, y desviar la atención pública de casos reales de fraude electoral y corrupción.