El portavoz de la Cancillería, Geng Shuang, señaló en una rueda de prensa que la única vía para resolver la crisis en Venezuela, como Pekín había reafirmado en más de una ocasión, es "un diálogo político independiente entre el Gobierno y la oposición, en el marco de la Constitución en vigor".
Según el diplomático, Pekín confía en que la comunidad de naciones hará una contribución constructiva para encontrar una solución política lo más pronto posible, respetando los principios del derecho internacional.
"China saluda los esfuerzos de la comunidad internacional y espera que las partes en Venezuela alcancen un consenso sustancial y recuperen cuanto antes la senda del desarrollo sostenible", dijo.
El 8 de julio, el Gobierno venezolano informó que su representación para el diálogo con la oposición se encuentra en Barbados para retomar las conversaciones que comenzaron el pasado 14 de mayo con la mediación de Noruega.
En Oslo se celebraron dos reuniones en mayo, pero las autoridades noruegas se limitaron a informar en esas fechas que las partes habían discutido una agenda con temas políticos, económicos y electorales.
Los contactos que tuvieron lugar en Noruega suponen el primer acercamiento entre representantes del Gobierno y la oposición desde la más reciente crisis política, que se desató en enero tras la juramentación de Maduro para el período 2019-2025, y luego de que el diputado Juan Guaidó se autoproclamara "presidente encargado" de Venezuela.