La grasa parda es uno de los dos tipos de grasa que se encuentran en humanos y en otros mamíferos. Anteriormente se creía que la tenían solo los bebés y los mamíferos hibernantes. Sin embargo, se descubrió que los adultos también pueden tenerla. Su función principal es generar calor corporal mediante la quema de calorías, a diferencia de la grasa blanca, que es el resultado de almacenar un exceso de calorías.
"Aumentar su actividad mejora el control del azúcar en la sangre, así como los niveles de lípidos en la sangre. Las calorías extra quemadas ayudan a perder peso", dijo Michael Symonds, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nottingham, uno de los autores del estudio.
Sin embargo, hasta ahora, nadie ha encontrado una forma práctica de estimular la actividad de la grasa parda en los seres humanos.
"Este es el primer estudio en humanos que muestra que algo como una taza de café puede tener un efecto directo en nuestras funciones de la grasa parda", explicó.
Estimular la grasa parda y activar las defensas del propio cuerpo podría ser parte de la terapia para combatir la obesidad y la diabetes.