"Insto a todos a reunirse de nuevo hoy a las 19.00 hora local (15.00 GMT); exigiremos a la administración que actúe de manera adecuada, las autoridades deben comenzar a hablar", dijo Vashadze.
Por su parte, el primer ministro georgiano, Mamuka Bajtadze, declaró que todos los responsables por las manifestaciones en el centro de Tiflis serán llevados a la justicia.
Agregó que todas estas personas "deberán asumir la responsabilidad de la intentona golpista y el intento de desestabilización que habían organizado".
Actualmente el territorio frente al edificio del parlamento georgiano está liberado de manifestantes y se encuentra bajo control de los agentes de seguridad.
El 20 de junio se desataron en la capital georgiana las protestas contra la participación de los delegados rusos en la 26ª sesión de la Asamblea Interparlamentaria de la Ortodoxia (AIO).
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Los manifestantes, a los que se unieron los representantes de la oposición que pedían la destitución del ministro del Interior de Georgia, Gueorgui Gajaria, y el presidente del Parlamento, Irakli Kobajidze, intentaron irrumpir en el edificio del Parlamento.
Las fuerzas del orden utilizaron pelotas de goma y gas lacrimógeno para dispersar a la multitud.
Tras declarar inaugurada la sesión matutina de la conferencia de la AIO convocada en la sala de las reuniones plenarias del Parlamento de Georgia, el presidente de la Asamblea, Serguéi Gavrílov, quien encabeza la delegación rusa, se sentó en el sillón del presidente del Legislativo, lo que disgustó a los diputados opositores del Movimiento Nacional Unido y Georgia Europea, que abandonaron la sala.
En la sede del Parlamento irrumpieron unos elementos extremistas que echaron agua a Gavrílov e intentaron quitarle documentos.
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El vicecanciller ruso Serguéi Karasin, por su parte, afirmó que como resultado de ese acto de agresión los parlamentarios de 25 países participantes de la conferencia se vieron obligados a concluir las labores antes de lo previsto.