Al constatar que "Occidente aviva la campaña de la militarización del Ártico por Rusia", el diplomático propuso ver en el mapa el largo de las fronteras rusas.
"Rusia no puede dejar miles de kilómetros de su frontera sin cobertura militar, la gente sensata lo comprende, como comprenderá también el carácter adecuado de nuestros esfuerzos", dijo al intervenir en la mesa redonda 'Formación del espacio de seguridad exterior de Rusia: aspectos jurídicos y políticos'.
A su juicio, hay círculos que por razones políticas quieren atizar la confrontación en la región ártica.
"Se trata de un nuevo intento de plantear ante la OTAN un problema artificial, no existente, con el fin de exigir inversiones adicionales en la defensa", recalcó.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, declaró hace un tiempo que Moscú está abierto para organizar "la más amplia cooperación" en el Ártico y que enfoca esta región como "un espacio de paz, estabilidad y cooperación constructiva".
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Diálogo OTAN-Rusia
Además, el viceministro de Exteriores ruso agregó que la OTAN no hizo nada para reanudar los contactos militares en el marco del Consejo OTAN-Rusia.
"La OTAN no movió un dedo para restablecer el trabajo normal en el marco del Consejo OTAN-Rusia y restablecer los contactos militares normales", dijo.
"Los políticos deben debatir la distancia segura entre aviones y buques, cómo deben maniobrar; vamos a correlacionar la seriedad de estas declaraciones con los pasos reales para restaurar la cultura del diálogo militar necesaria para todos", agregó Grushkó.
La OTAN suspendió la cooperación civil y militar con Moscú tras la reincorporación de Crimea a Rusia en 2014 y la crisis en el este de Ucrania.
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Los contactos entre la Alianza Atlántica y Rusia se reanudaron en 2017, y la última reunión del consejo se celebró el pasado 25 de enero en Bruselas.
Campañas contra Rusia
También Grushkó advirtió del peligro de los intentos de la OTAN de involucrar a países neutrales en la campaña contra Rusia.
"La OTAN trata de involucrar a los países neutrales de la UE, que no forman parte de alianzas militares, en sus esfuerzos de disuasión contra Rusia (...) lo que representa una amenaza directa para los intereses rusos", dijo.
También constató que la Alianza Atlántica intenta atraer a esta labor a otros países, "entre ellos Estados del espacio postsoviético".
De este modo, indicó, la OTAN pretende condicionar la dimensión político-militar de la UE a los intereses transatlánticos y los de la OTAN.