"Independientemente de las consecuencias para Ankara, la compra de sistemas de defensa no es negociable. Estamos dispuestos a pagar cualquier precio", subrayó Cavusoglu durante una reunión con editores de la agencia Anadolu.
Sobre el argumento de que los S-400 rusos suponen una amenaza para los sistemas de la OTAN, Cavusoglu dijo que "no aguanta ninguna crítica".
Turquía, miembro de la OTAN, ha declarado en repetidas ocasiones que no piensa retractarse del contrato de 2.500 millones de dólares suscrito con Moscú en diciembre de 2017 y que la primera partida de los S-400 debe llegar en julio.
Además: Cómo el S-400 ruso se convirtió en un arma política que daña la reputación de EEUU
Washington amenaza a Ankara con imponer sanciones por la compra de los S-400 y suspender la entrega de cazas estadounidenses F-35.
La revista Foreign Policy comunicó el 7 de junio que en un intento de presionar aun más a Ankara, el secretario de Defensa en funciones de EEUU, Patrick Shanahan, pidió en una misiva al ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, que todos los turcos que se entrenan actualmente para pilotear los F-35 en EEUU abandonen este país hasta el 31 de julio.
Situación en Manbij
Además, Cavusoglu declaró que Estados Unidos no ha retirado las fuerzas kurdosirias (YPG) de la zona siria de Manbij, a pesar del acuerdo con Ankara.
"Estados Unidos y la coalición están trabajando con las YPG, apoyándolos y es difícil para ellos retirarlos ahora; hace un año acordamos sobre Manbij, las YPG tenían que abandonarlo, ¿por qué no se fueron? nuestros esfuerzos en este tema continúan", dijo Cavusoglu.
EEUU se comprometió a garantizar la retirada de las fuerzas kurdas de la ciudad, pero Turquía le critica por no haberlo hecho hasta ahora.
Por su parte, el Gobierno de Siria sostiene que tanto Ankara como Washington no tienen ningún derecho a mantener sus militares en Manbij.
Ataques en el golfo de Omán
El canciller turco declaró que Ankara aboga por realizar una investigación seria del reciente ataque a barcos petroleros en el golfo de Omán.
"El ataque a petroleros es motivo de preocupación, no acusamos a nadie, pero se debe investigar con toda seriedad este incidente", dijo Cavusoglu.
El jefe de la diplomacia turca agregó que también es motivo de preocupación "la rapidez con la que empezaron a acusar a Irán".
El 13 de junio, varios medios informaron que dos barcos petroleros, Altair y Kokuka Courageous, habían sido atacados en el golfo de Omán y que se registraron varias explosiones.
Equipos de rescate de Irán salvaron a 44 marineros de los dos buques, entre los que se encontrarían nacionales de Filipinas, Georgia y Rusia.
Además: Consejo de Seguridad de la ONU pide una investigación sobre incidente en golfo de Omán
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, afirmó que detrás de los ataques, a juicio de Washinton, está Irán que, por su parte, niega toda implicación.
El vídeo, muy corto y de baja calidad, es una edición de secuencias en blanco y negro grabadas desde zooms y ángulos diferentes.
Te puede interesar: Testigos escucharon explosiones en uno de los petroleros atacados en el golfo de Omán
El secretario general de la ONU, António Guterres, al condenar los ataques a barcos petroleros en el golfo de Omán, sugirió no sacar conclusiones apresuradas antes de esclarecer las circunstancias.
Rusia llamó a evitar la escalada de tensión en torno a Irán.
Ataques a militares turcos en Idlib
Además, Cavusoglu pidió a Moscú tomar medidas para prevenir nuevos ataques como el que sufrió esta semana en un puesto de observación turco en la zona de distensión en Idlib, en el noroeste de Siria.
El canciller turco recordó que los radicales armados se desplazaron a Idlib desde Guta Oriental, Homs y Hama.
"Hoy, Bashar Asad lanza ataques en Idlib utilizando como pretexto la presencia de grupos que él mismo evacuó hacia el noroeste de Siria", dijo.
Para Cavusoglu, el argumento de que Asad no siempre hace caso a Moscú es "una excusa inaceptable".
Según Ankara, fue un ataque intencional que causó heridas leves a tres militares turcos.
Por su parte, Rusia anunció luego que sus aviones de combate lanzaron cuatro ataques sobre las posiciones indicadas por Turquía en la zona de Idlib. Según el Ministerio de Defensa ruso, los bombardeos fueron dirigidos contra el grupo terrorista Frente al Nusra (también conocido como Hayat Tahrir al Sham, prohibido en Rusia y otros países) y permitieron eliminar un gran número de combatientes y destruir la artillería que había disparado hacia el puesto de observación turco.
Vídeo: Así bombardea la aviación rusa a los terroristas en Hama
Los mandos de Rusia y Turquía, aseguró el ente castrense, mantendrán una estrecha colaboración en la lucha contra los terroristas en Siria.