En 1969 un terremoto gigante ocurrido en la costa de Portugal provocó un tsunami que mató a más de una docena de personas. Dos siglos antes, un terremoto aún más potente azotó la misma zona, matando a unas 100.000 personas y destruyendo la ciudad de Lisboa.
El segundo sismo coincidió en el tiempo con el desarrollo de la teoría de las placas tectónicas y varios científicos propusieron la hipótesis de que esta región podría experimentar el inicio de una subducción. Asombrosamente ese sismo se situó en la región abisal con la superficie relativamente plana, situada lejos de cualquier falla tectónica de considerable longitud y superficie escabrosa.
Sin embargo, estudios previos señalaron la existencia de un clúster en el margen pasivo de Portugal. Este clúster se ubica a una profundidad de al menos 50 kilómetros en sección de la vieja litosfera oceánica.
"Nosotros interpretamos esta anomalía como un goteo litosférico causado por la delaminación de la litosfera oceánica. Si este es el caso, es la primera vez que se identifica el proceso de la delaminación", escriben los científicos en su comunicado.
Según el documento, los investigadores probaron su hipótesis utilizando modelos numéricos. Los resultados preliminares de su prueba demostraron que efectivamente, bajo ciertas circunstancias, la existencia de una capa sinuosa en la vieja litosfera oceánica puede generar zonas de desacoplamiento horizontal que puede conducir a la delaminación de la litosfera.
"La identificación del primer caso de delaminación litosférica seguramente contribuirá al futuro entendimiento de la dinámica de platos tectónicos. La vieja litosfera oceánica puede ser susceptible a las inestabilidades gravitacionales que pueden desempeñar un papel fundamental en el inicio de la subducción", concluye el documento.
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