"Con estas nuevas medidas, la Administración Trump pretende acallar la voz de Venezuela en el mundo y, al mismo tiempo, obstaculizar la administración independiente, soberana y legítima de la Justicia en el país", señala el comunicado difundido por la Cancillería.
"La inadmisible inclusión del Canciller de Venezuela en la infame lista de la OFAC se produce seguidamente de su comparecencia en Naciones Unidas, que obtuvo gran repercusión, al denunciar con cifras y ejemplos concretos, las graves afectaciones a los derechos humanos producidas por el criminal bloqueo estadounidense", indica.
Además, el Ejecutivo calificó de inaceptable la sanción contra la jueza Carol Padilla, y aseguró que al incluirla en la lista EEUU busca evitar que se juzguen los delitos por conspiración.
"Estados Unidos pretende evitar que se juzguen y sancionen los delitos de golpismo, sabotaje, terrorismo y conspiración contra la soberanía y la integridad territorial del país, en una clara confesión de parte sobre la instigación y protección de tales hechos", manifiesta el texto.
Las sanciones aplicadas por la OFAC congelan cualquier activo que las personas incluidas en su lista pudieran tener bajo la jurisdicción de EEUU y prohíbe a ciudadanos y empresas que operen dentro de su país mantener alguna relación comercial con éstos.
Venezuela atraviesa una crisis política que se agravó el 23 de enero, cuando el diputado opositor Juan Guaidó se autoproclamó "presidente encargado" del país.
Inmediatamente fue reconocido por EEUU, varios países de la región y de Europa.
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Rusia, así como Bolivia, China, Cuba, Irán y Turquía, reafirmaron su respaldo al actual Gobierno venezolano.