"Encontramos ocho casos de 'colados' en las listas de las FARC, de los cuales seis fueron excluidos de las mismas y dos de ellos no pudieron ser excluidos porque sí hacían parte de FARC", dijo Ceballos en declaraciones difundidas por su oficina.
Según el funcionario, "algunos de los seis narcotraficantes ya fueron capturados y otros están en proceso de captura".
Con su inclusión en esa lista, estos individuos habrían buscado eludir a la Justicia y evitar su extradición a EEUU, donde ya tienen cargos federales por narcotráfico.
"En muchos casos hubo evidencia de que estos individuos sobornaron a comandantes de las FARC para ingresar en las listas de sus filas", dice la carta de la Embajada de EEUU en Colombia, la cual fue enviada al Gobierno en octubre pasado, pero cuyo contenido difundió este lunes la Oficina del Alto Comisionado de Paz.
Según Ceballos, tras recibir el texto de la embajada el Gobierno identificó que de las ocho personas reportadas como narcotraficantes seis eran ajenas al proceso de reincorporación, mientras que las otras dos, en efecto, pertenecían a esa antigua guerrilla.
"Hemos sacado a seis personas de esa lista [de desmovilizados], pero de las otras dos sí se comprobó que eran de las FARC", por lo que ahora "son investigadas por narcotráfico" después de haber incurrido en ese delito tras la firma del Acuerdo Final de Paz, en noviembre de 2016.
Tras la exclusión de los seis narcotraficantes de la lista de desmovilizados de las FARC, sus solicitudes de extradición pasarán directamente a la competencia de la Corte Suprema de Justicia, que le dará su concepto al presidente de la República, Iván Duque, quien deberá decidir si avala o no el proceso.
Sin embargo, la Fiscalía de Colombia ha alertado que varios de ellos no pertenecían a ese guerrilla y que pagaron por ser incluidos en la lista para recibir beneficios de la justicia transicional y evitar ser juzgados por la justicia ordinaria.
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