Los militares asistieron a una fiesta después de que su embarcación atracó en la base naval de Devonport. Al regresar al submarino al día siguiente dieron positivo en una prueba obligatoria para detectar el consumo de drogas.
La tripulación estaba preparándose para una misión de seguimiento de los submarinos rusos en el mar del Norte y el Círculo Polar Ártico, según el periódico. Después de confirmar los resultados del análisis, los marineros fueron entregados a la Policía Militar mientras que la salida del HMS Talent fue pospuesta.