Durante el experimento, los científicos elaboraron una simulación de laboratorio de una erupción para determinar las razones por las que esta mezcla de gas, cenizas y escombros —que es responsable de alrededor del 50% de todas las muertes por erupciones volcánicas— se mueve a una velocidad más rápida y a una distancia más larga de lo que debería.
Los investigadores lanzaron el flujo del material piroclástico calentado por una rampa de 12 metros de largo y grabaron el proceso con una cámara de alta velocidad.
Como resultado, llegaron a la conclusión de que el flujo piroclástico improvisado alcanzó una velocidad de más de 100 km/h, además de recorrer 35 metros más por inercia.
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Pero, ¿cuáles son las razones de este fenómeno?
Como resultado, el aire se mueve desde el interior a la base de la corriente, generando una especie de 'burbuja lubricante' que la separa de la superficie terrestre.
Según afirmaron los autores del estudio, el hallazgo podría aplicarse a otras catástrofes naturales, como avalanchas o deslizamientos de tierra.
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