"La violencia ha aumentado en los últimos días en Trípoli y sus alrededores", dijo Ghandour y aseguró que cerca de medio millón de niños en esa ciudad y "decenas de miles más en las áreas occidentales están en riesgo directo debido a la intensificación de la guerra".
La coordinadora humanitaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Libia, María Ribeiro, también expresó preocupación por el impacto de la violencia en la población civil de Trípoli y de toda la región noroeste del país.
Ribeiro pidió a todas las partes que cumplan con su obligación de garantizar el acceso humanitario sin obstáculos y las evacuaciones médicas de los civiles en las zonas de conflicto.
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El 4 de abril pasado la crisis libia entró en una nueva espiral de tensión cuando el mariscal Jalifa Haftar, al frente del Ejército de Liberación Nacional Libio, ordenó una ofensiva contra Trípoli para "liberarla de terroristas".
El domingo, las fuerzas leales al Gobierno de Unidad Nacional anunciaron la operación Volcán de ira contra Haftar, mientras que el Ejército Nacional Libio inició la fase aérea de su ofensiva.
Sin embargo, este Gobierno, en funciones desde el 31 de marzo de 2016, no ha sido reconocido hasta la fecha por la Cámara de Representantes en Tobruk, que proclamó su propia administración, apoyada por el mariscal Jalifa Haftar.
Libia está sumida en una crisis desde que el derrocamiento de su líder histórico, Muamar Gadafi, en 2011, derivara en enfrentamientos de grupos rivales, la proliferación de facciones yihadistas y mafias que trafican con migrantes irregulares de África a Europa.