"El Ejército nacional se está moviendo hacia el oeste del país donde se encuentra la capital, Trípoli, con el Gobierno de Unidad Nacional, para limpiar esta parte de grupos armados", subrayó Barasi.
"Los grupos armados contra los que se opone el Ejército son débiles. Muchos ya se han rendido. Será una operación simple para las Fuerzas Armadas libias. No habrá enfrentamientos entre el Ejército libio y las fuerzas del Gobierno de Unidad Nacional. Solo habrá enfrentamientos con grupos armados que hayan tomado el control del Gobierno de Unidad Nacional", detalló el general libio.
Según Reuters, el ataque ya ha empezado y se lleva a cabo desde varias direcciones. Durante los enfrentamientos en los alrededores de la capital, dos soldados del Ejército de Liberación Nacional Libio resultaron heridos.
La ofensiva de las tropas lideradas por el mariscal Jalifa Haftar se realiza a solo 27 km de Trípoli, añade AFP.
Como respuesta, el primer ministro, Fayez Al Sarraj, cuyo Gobierno ocupa Trípoli, ordenó que las tropas estuvieran en pleno funcionamiento para proteger a los civiles, por lo que aviones militares surcan el cielo.
Por su parte, el Reino Unido solicitó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación en Libia. Se supone que se celebrará el 5 de abril en una sesión cerrada.
En la actualidad, Haftar cuenta con el apoyo de Egipto, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y, de manera parcial, Francia. En tanto, Al Sarraj es apoyado por Italia, Turquía y Catar.
¿Y a quién apoya Rusia?
Rusia pide a las partes que regresen a la mesa de negociaciones y resuelvan las disputas de manera pacífica, dijo el jefe del grupo ruso de contacto para la solución del conflicto libio, Lev Dengov.
El diplomático agregó que el agravamiento de la situación ocurrió dos semanas antes de una conferencia que debía reunir a los representantes de Trípoli y Tobruk.
Haftar justifica la operación repentina con la llegada de los líderes de Al Qaeda de Siria al oeste de Libia.
Según Dengov, lo que más temen los libios es la intervención extranjera y la repetición del escenario de 2011.