El estudio fue llevado a cabo en la Universidad Johns Hopkins, que utilizó una nueva comprensión de la fractura de rocas y un nuevo método de modelado de ordenador para simular colisiones de asteroides.
En el nuevo estudio, El Mir y sus colegas, K.T. Ramesh, director del Hopkins Extreme Materials Institute, y Derek Richardson, profesor de astronomía de la Universidad de Maryland, utilizaron un nuevo modelo computarizado llamado modelo Tonge-Ramesh.
"Nuestra pregunta era cuánta energía se necesita para destruir un asteroide y romperlo en pedazos", explica El Mir, citado por Phys.org.
El nuevo modelo mostró que el asteroide entero no se logra romper por el impacto, a diferencia de lo que se pensaba anteriormente. En cambio, el cuerpo celeste impactado acaba con un gran núcleo dañado, que luego ejerce una fuerte atracción gravitacional sobre los fragmentos en la segunda fase de la simulación.
"Puede parecer ciencia ficción, pero muchas investigaciones toman en consideración colisiones de asteroides. Por ejemplo, si hay un asteroide que se acerca a la Tierra, ¿es mejor romperlo en pequeños pedazos o empujarlo para que cambie de dirección? Y si elegimos la segunda opción, ¿con cuánta fuerza debemos golpearlo para alejarlo sin que se rompa? Se trata de preguntas concretas", añade El Mir.