El director de Inteligencia Nacional de EEUU es un funcionario que depende de la autoridad, dirección y control del presidente en turno: tiene un puesto a nivel de gabinete y encabeza a los 16 miembros de la Federación de la Comunidad de Inteligencia de EEUU.
Considera que "Rusia y China buscan configurar el sistema internacional y la dinámica de seguridad regional y ejercer influencia en las políticas y economías de los Estados en todas [sic] las regiones del mundo, especialmente en sus patios traseros [backyards] respectivos".
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¿No es acaso la flagrante política que ha ejercido EEUU desde el colapso de la URSS en 1991?
Llama la atención que la propaganda intensiva del espionaje estadunidense insista tanto en las herramientas vulgarizadas de su democracia decimonónica —donde el voto popular es subyugado por el selectivo voto del Colegio Electoral— y en sus supuestos 'derechos humanos' tan vapuleados desde Abu Ghraib, pasando por Guantánamo, hasta su transfrontera con México.
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Asevera que, conforme China y Rusia expanden su influencia global, "incrementan el riesgo de conflictos regionales" en Oriente Medio y Asia Oriental, mientras que "algunos [sic] aliados y socios de EEUU buscan una mayor independencia de Washington" y "están más abiertos a nuevas asociaciones bilaterales y multilaterales".
A su juicio, China y Rusia constituyen las "máximas amenazas de espionaje y de ciberataques" y buscan "influir en las políticas de EEUU y avanzar sus propios intereses en seguridad nacional".
China "permanece el más activo competidor estratégico del ciberespionaje contra el Gobierno de EEUU, sus trasnacionales y sus aliados". Pareciera que de este guion fue sacado el 'cuento chino' del espionaje global de Huawei y su 'ominoso' 5G.
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Hoy China tendría la capacidad de lanzar ciberataques para interrumpir la infraestructura crítica de EEUU como sus gasoductos.
Así Rusia tendría la capacidad de interrumpir la red de distribución eléctrica de EEUU.
El espionaje de EEUU sopesa que Rusia "permanecerá como el adversario más capaz [sic] en las armas de destrucción masiva más allá de 2019" mediante su desarrollo de nuevos sistemas de armas estratégicas y no estratégicas", como las armas hipersónicas publicitadas por el presidente ruso Vladímir Putin.
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China también "continuará expandiendo y diversificando sus capacidades en armas de destrucción masiva" que "garanticen la viabilidad de la fuerza disuasiva estratégica de China en propinar un segundo golpe" en represalias a un ataque.
Inteligencia Nacional consagra un rubro especifico a las "emergentes tecnologías disruptivas y las amenazas a la competitividad económica" cuando "el liderazgo de EEUU en ciencia y tecnología se reduce" y la "brecha de capacidad entre tecnologías comerciales y militares se evapora", mientras que Rusia y China incrementan "sus esfuerzos para adquirir a los mejores talentos, a trasnacionales, a datos y propiedad intelectual por medios lícitos e ilícitos" cuando el presidente chino Xi y el presidente ruso Putin "contemplan las vigorosas capacidades domésticas en ciencia y tecnología como clave para la soberanía [sic], la perspectiva económica y el poder nacional de sus respectivos países".
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Cuatro rubros especiales le son consagrados a la inteligencia artificial y su autonomía; la información y la comunicación; a la biotecnología y a los materiales y su manufactura.
Coloca a Rusia y China en el segmento de los 'mercados emergentes' y vaticina que sus economías, así como el ámbito energético, sumado a las materias primas, no tendrán un buen desempeño.
Su descripción del medioambiente y el cambio climático, susceptibles de "alimentar la competencia por los recursos", es casi apocalíptica y no pasa por alto el deshielo del polo Ártico que "podría incrementar la competencia, en particular con Rusia y China, por el acceso a las rutas marítimas y a los recursos naturales".
Una nueva guerra fría: el Ártico, ¿el próximo campo de batalla entre Rusia y EEUU? https://t.co/leF5sef5y6
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) February 23, 2019
En el segmento de las amenazas regionales vienen en primer lugar China y Rusia que "colaborarán para contrarrestar los objetivos de EEUU" cuando "China y Rusia expandan su cooperación como contrapeso a EEUU y a otros países occidentales", en particular, en las "esferas energética, militar y tecnológica desde 2014".
Rusia y China "es probable que usen a la ONU como plataforma para enfatizar las narrativas soberanas [sic]", además de que han "incrementado su influencia en la International Telecommunication Union" con el fin de promover la "gobernación" del internet controlado por el Estado.
Juzga que China y Rusia profundizan su "capitalismo autoritario" con propensión a un despliegue y alcance regional y global.
Admite que Rusia "mantiene el máximo almacenamiento operacional nuclear del mundo" y "busca impulsar su presencia militar y su influencia política en el mar Mediterráneo y el mar Rojo.
Coloca una gráfica en la que prácticamente el promedio del precio del barril del petróleo de Rusia es similar al desempeño de su PIB per cápita, lo que exhibe que la comunidad de inteligencia de EEUU no ha variado su mentalidad de guerra fría sobre las dos presuntas vulnerabilidades de Moscú desde la década de los ochenta: la demografía y la cotización del crudo.
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Inteligencia Nacional no se percata de que la geoestrategia cambió drásticamente: en detrimento de EEUU y a favor de Rusia y China.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK