Durante el experimento, los científicos alemanes analizaron las muestras de piel de los pacientes con dermatitis atópica y llegaron a la conclusión de que contenían niveles hasta 30 veces más altos de cloruro de sodio.
Sin embargo, si se salen del control, pueden causar inflamaciones en el cuerpo, algo que da lugar a una mayor producción de las proteínas IL-4 (interleucina 4) e IL-13 (interleucina 13).
"Los cambios se invierten cuando la célula Th se expone nuevamente a niveles más bajos de sal. En consecuencia, las señales iónicas desempeñan un papel en la generación y control de las células Th2", explicó la encargada del estudio, Christina Zielinski.
No obstante, aún no está claro "cómo dichas causas contribuyen a las anormalidades inmunes observadas en las enfermedades alérgicas y autoinmunes", afirmó.
La investigadora subrayó que "los niveles más altos de sodio en la piel afectada coinciden perfectamente con otra característica de la dermatitis atópica: la bacteria Staphylococcus aureus", que, a diferencia de otras bacterias, crece en condiciones saladas.
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