El ministro de Economía y Finanzas, Ronald Décembre, anunció en conferencia de prensa las nuevas medidas, resultantes de los tres consejos de Gobierno celebrados desde el comienzo de esta crisis, para identificar sus causas y proponer soluciones.
Este anuncio llega después de que la plataforma humanitaria Religiones por la Paz declinara la invitación del presidente Jovenel Moïse para servir como facilitador de un diálogo nacional convocado para buscar soluciones duraderas a la situación que enfrenta el país más pobre del continente americano.
"La atmósfera actual no permite que Religiones por la Paz juegue el papel de mediador en la crisis", aseguró al diario Le Nouvelliste, una fuente de dicha organización ecuménica integrada por representantes de las iglesias católica, episcopal y protestante y la comunidad vudú.
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A su vez, la oposición quiere retomar este miércoles la protesta que llama "país bloqueado" y que consiste en erigir barricadas en puntos estratégicos de Puerto Príncipe.
Los analistas observan con escepticismo las posibilidades de lograr un consenso que saque al país de su condición actual.
"Hay una crisis de soluciones, de inteligencia. Durante los dos últimos años el Gobierno ha vagado sin llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y cuando lo logra, como en febrero de 2018, hacemos todo lo posible para arruinar su implementación", reflexionó Frantz Duval, redactor jefe de Le Nouvelliste.
El primer ministro Jean Henry Céant planteó el fin de semana recortar el presupuesto del Ejecutivo en un 30% y eliminar privilegios innecesarios a los funcionarios del Gobierno.
Además, ordenó auditar a todas las empresas vinculadas al Estado, incrementar el control para frenar el contrabando de mercancías, discutir un posible aumento del salario mínimo e investigar la malversación de más de 2.000 millones de dólares de los fondos del esquema Petrocaribe, un programa venezolano para la venta de petróleo en condiciones preferenciales para países caribeños.