La sonda Luna-30 llevará una nave lunar reutilizable para mantener los vuelos tripulados, según explicó el interlocutor de la agencia.
A su vez, la estación Luna-31 transportará al satélite natural un vehículo pesado de hasta cinco toneladas. El aparato dispondrá de un equipamiento necesario para la explotación de los recursos.
Otra estación, Luna-32 llevará los módulos para la construcción del polígono lunar, y la Luna-33 se encargará de mantener la comunicación.
En enero del 2019, el director de Roscosmos, Dmitri Rogozin comentó los próximos hitos del programa espacial ruso. Así, advirtió que las sondas Luna-26 y Luna-27 despegarán entre los años 2023 y 2024.
El despegue de los dos aparatos se efectuará después del lanzamiento de la sonda Luna-25 programado para el 2021, un hecho que supondría el regreso de Rusia a la Luna después de más de 40 años. En 1976 la entonces agencia espacial soviética lanzó el último rover (Luna-24) al satélite natural de la Tierra.
Los expertos de la corporación estatal rusa Roscosmos indican que la primera misión lunar se llevará a cabo en el 2031, y luego los vuelos se efectuarán anualmente.
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