El medio estadounidense The National Interest elaboró una lista de los proyectos estadounidenses más costosos que quedaron sin terminar.
Por muy ambicioso que pudiera parecer el proyecto, en cierto momento su eficacia empezó a plantear dudas. Además, resultó ser más costoso de lo que se creía inicialmente, así que, en 2009, el entonces secretario de Defensa, Robert Gates, decidió cerrar el proyecto.
El proyecto del helicóptero de ataque Boeing-Sikorsky RAH-66 Comanche costó 7.000 millones de dólares. Fue ideado en tiempos de la Guerra Fría y el programa se lanzó en 1991. Entre 1996 y 2004 se construyeron y se pusieron a prueba dos unidades de RAH-66 furtivas y fuertemente blindadas.
El tercer lugar de la lista se repartió entre el proyectil Brilliant Anti-Tank Munition (BAT) y el obús Crusader, que costaron 2.200 millones de dólares cada uno.
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Una vez se desintegró la URSS y disminuyó la posible amenaza para Washington, el proyectil dejó de ser necesario. A su vez, el obús tampoco respondía a las exigencias y además resultó ser muy pesado y difícil de manejar.
The National Interest indica que, actualmente, el Departamento de Defensa de EEUU pretende desarrollar un vehículo de combate de siguiente generación cuya eficacia aún está por probar.
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