La portavoz de la diplomacia rusa, María Zajárova, afirmó que "Washington está obsesionado con derrocar el gobierno legítimo de una nación soberana, saltándose las normas y los principios del derecho internacional".
Para Zajárova, todo se limita a "una idea fija, la de un golpe de Estado para derrocar a un dirigente legítimo que cuenta con el apoyo del pueblo y del ejército".
"Da la impresión de que el planteamiento 'él tiene que irse' se mantiene en Washington constantemente sobre la mesa, lo único que cambia son los nombres mientras que el cliché sigue siendo el mismo", opinó.
Según la portavoz, "en principio, todo sugiere que la Casa Blanca se decanta por un escenario de confrontación violenta en Venezuela, con el uso de la fuerza".
"Ni siquiera lo disimulan. Se sirven de cualquier instrumento de presión mediática y psicológica: de manipulación y desinformación a chantaje directo e incitación al odio. El objeto principal de la presión es la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (…) A los militares venezolanos les incitan al amotinamiento", añadió.
Semejante postura, según ella, priva a EEUU del derecho moral de hablar sobre la democracia y el imperio de la ley, tanto en relación con un país determinado como en el ámbito internacional.
Además, la portavoz expresó el repudio a los propósitos de politizar la asistencia humanitaria para Venezuela.
"Rechazamos categóricamente que se politice el tema de la ayuda humanitaria a Venezuela", dijo.
Instó también a que la asistencia humanitaria se canalice mediante los procedimientos internacionales establecidos, en concreto a través de la oficina de la ONU en Caracas.
Desde Venezuela rechazan la asistencia estadounidense y exigen a Washington que levante sus sanciones económicas contra el país que son el verdadero motivo de las dificultades.
Zajárova también recalcó que Rusia no cambiará su postura respecto a la situación en Venezuela pese a los intentos de EEUU de conseguirlo.
La diplomática rusa recordó que el 12 de febrero el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, y su homólogo estadounidense, Mike Pompeo, mantuvieron una conversación telefónica a instancias de EEUU, en que el canciller ruso "advirtió contra cualquier injerencia externa en los asuntos internos de Venezuela".
"La cuestión es qué es lo que quiere EEUU, si busca cambiar la postura de Rusia, apenas es posible conseguirlo, porque nuestra postura no se basa en consideraciones coyunturales a corto plazo, Rusia actúa basándose en el derecho internacional y la soberanía del Estado, ateniéndose a los principios de la Carta de la ONU", subrayó.
Zajárova apuntó que en ese espíritu Rusia "está dispuesta a dialogar con todos, incluidos los socios estadounidenses".
El jefe del Estado venezolano, Nicolás Maduro, quien asumió el segundo mandato el 10 de enero, calificó la declaración de Guaidó como un intento de golpe de Estado y responsabilizó a EEUU de haberlo orquestado.
Guaidó fue reconocido por EEUU, la mayoría de los países integrantes del Grupo de Lima y varias naciones más del continente americano, así como por buena parte de los Estados miembros de la Unión Europea.
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Rusia, así como Bolivia, China, Cuba, Irán, Turquía y otros países, reafirmaron su respaldo al actual Gobierno venezolano.